viernes, 28 de febrero de 2014



LA IMAGEN PÚBLICA Y LA POLÍTICA

KORIMA LARA CID
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE DURANGO CAMPUS ZACATECAS
MAESTRÍA: RELACIONES PUBLICAS Y PUBLICIDAD



RESUMEN

La imagen pública empezó tener mucha relevancia después del primer debate televisado el 29 de septiembre de 1960 en Estados Unidos, entre los candidatos presidenciales Richard Nixon y John F. Kennedy. Para quienes vieron el debate en televisión el demócrata Kennedy le ganó al republicano Nixon, en esta decisión influyo, que Kennedy  lució relajado, bien vestido y con buena presentación. Por su parte Nixon lucía cansado, sudoroso, pálido y con la barba acumulada del día. Pero quienes escucharon el debate por radio tuvieron la decisión opuesta, para ellos ganó Nixon. A partir de ese debate se empezó a imponer lo visual sobre lo auditivo y con ello se desencadenó el desarrollo de los estudios de la imagen pública en la política.
En el caso mexicano, los presidentes de la república manejan su imagen orientándola a obtener aceptación y popularidad durante su gestión. Los políticos activos la utilizan como estrategias para ganar simpatías de parte del electorado y con ello poder ganar elecciones.

ABSTRACT
The public image began to have much relevance after the first televised debate on September 29, 1960 in United States presidential candidates Richard Nixon and John F. Kennedy. For those who watched the debate on television Democrat Kennedy beat Nixon Republican , influenced in this decision, Kennedy looked relaxed, well dressed and well presented . Meanwhile Nixon looked tired , sweaty, pale and accumulated day beard . But those who heard the debate on radio had the opposite decision , Nixon won for them . From that discussion began imposing the visual over the auditory and thus the development of studies of public image in politics was triggered .
In the Mexican case , the presidents of the republic orienting to manage their image to gain acceptance and popularity during his tenure . Active politicians used as strategies to gain sympathy from the electorate and thereby to win elections

INTRODUCCION
la imagen pública es el resultado de lo que una persona proyecta y lo que los demás perciben de su proyección. Por ello, en política es muy importante tomar en cuenta las cualidades personales que se quieren proyectar.
En la construcción de la imagen pública de un político, se deben tomar en cuenta los elementos, habilidades y sensibilidad que le son propios, lo hacen único, forman parte de sus características personales y lo posicionan diferente a los demás. Esto es, su imagen se tiene que construir con su propia esencia y cualidades, por lo que se tendrá que proyectar aquellas que son bien aceptadas por la ciudadanía, entre ellas; su humanismo, honestidad, sinceridad, confianza, aprecio por la gente, espíritu de servicio, seguridad personal, capacidad de trabajo, eficiencia, dinamismo, fortaleza, apego a los valores sociales predominantes, buena comunicación, carisma y fotogenia, entre otras cosas. Sin embargo, es determinante que en la elaboración de su imagen se trabaje en el lenguaje que se ha de utilizar, la forma en la que se tendrá que expresar y las manifestaciones que le darán eficacia a la retórica.

para la elaboración de la imagen pública se requiere seguir un proceso serio, alejado de la superficialidad, la frivolidad o los caprichos personales, además, se tiene que tomar en cuenta que mientras mejor terminada quede la imagen pública y sea compartida de manera unificada por un gran colectivo, mayor será el impacto que puede causar a los demás.
La imagen pública tendrá que ayudar a que el electorado identifique bien a los candidatos como las personas que emiten el mensaje visual y hablado que ellos quieren ver y escuchar.
los primeros siete segundos son críticos para causar una buena o mala impresión, ya que ellos son suficientes para que los electores decidan por medios de sus sentimientos. Una vez que se pasa el filtro de los siete segundos, vendrán los intentos de persuasión, entre ellos, la comunicación no verbal que provoque reacciones emocionales inconscientes y vínculos afectivos con los que se seduzca a los electores.
En la construcción de la imagen pública es importante tomar en cuenta el entorno, ambiente, región, tipo de población, vestimenta que caracteriza a la gente, religión mayoritaria, cultura predominante, valores, idiosincrasia y tradiciones del lugar donde se desarrollará una campaña. También, los candidatos tendrán que vestirse y presentarse de acuerdo a la imagen que desean proyectar, asegurándose que sea la que la población acepte. Por supuesto, los candidatos tendrán que presentarse enfatizando el conocimiento que tienen sobre los problemas de los votantes y los usos y costumbres de la región donde harán campaña.
Lógico, que cuando los candidatos proyectan una imagen pública desmejorada, con pobre apariencia, sin ocultar sus deficiencias físicas o morales y por lo mismo sin resaltar sus potencialidades, pueden estar transmitiendo una imagen mala o deficiente que con seguridad lo puede llevar directo a la derrota electoral. También, habrá candidatos que se salgan del guion que le marca la proyección su imagen pública y se atropellen a sí mismos, descarrilando y perdiendo el control de sus propias campañas.
Los medios masivos de comunicación son fieles aliados o enemigos de los políticos, ya que son ellos los que transmiten su imagen pública y con ello influyen en el electorado para que acepten o rechacen su candidatura. Es también por los medios de comunicación -sobre todo por la televisión-, por donde llega la mayor información y opiniones a los electores, por lo mismo es donde mejor se puede afianzar o destruir una imagen pública, dependiendo de cómo funcionen los símbolos afectivos, la credibilidad, sensibilidad, honestidad y la confianza, que proyecten los candidatos y perciban los ciudadanos.
Los comunicólogos saben muy bien que en una campaña política es más fácil que se impongan las imágenes y los estereotipos a las ideas, por ello, es común que proyecten al candidato con imágenes sencillas, que lo hagan ver bien, que transmita lo que se requiere en pocas palabras e imágenes fáciles de digerir, que requieran poco tiempo para transmitirse y ser entendidas, que provoquen una buena respuesta y queden en el inconsciente colectivo de los electores, como una predisposición para otorgar el voto.

Mientras al candidato le corresponde proyectar su imagen pública y a los medios de comunicación transmitirla, a los electores les corresponde percibirla. Por lo tanto, para los electores imagen pública es percepción, recepción, captación, sensación, vivencias emocionales y registro de los atributos que le dirigen los diferentes candidatos y campañas para evaluar los mensajes recibidos. Ello les sirve a los electores para poder elegir al candidato al que se le han de otorgar su voto, que por lo general, es para quien ha enviado una buena imagen con la que se ha construido una buena percepción y además con ella satisfaga las necesidades y expectativas del elector.
Sin embargo, existen candidatos que construyen imágenes y las proyectan no tanto en base a lo que son ni a la realidad, sino más bien, elaboran su imagen con dirección a lo que creen que será mejor evaluado por los electores para poder atraer su voto. Muchas veces esas intenciones no son descubiertas en campaña, pero tarde o temprano el elector descubre el engaño y tratará de cobrarle al candidato el agravio, pero al partido postulante con seguridad le brindará un voto de castigo.

CONCLUSIÓN

Todos los candidatos realizan campañas políticas con un objetivo principal: que los electores voten por ellos. Para lograrlo tendrán que hacer todo lo que sea necesario, entre ello, la construcción de su imagen pública.
Para ello, se pretende que los candidatos influyan decididamente en conquistar principalmente a los votantes indiferentes, fríos, poco interesados y cambiantes, así como también, activar a los votantes cautivos de sus propios partidos.
Por lo general, los electores indiferentes tienden a ser muy sensibles a la imagen del abanico de candidatos que se le presentan, son también, a los que todos los candidatos dedican sus campañas y a los que tratan de atraer su atención con su imagen pública.
Cuando los candidatos se encuentran en un bajo nivel de preferencias, la intenciones del voto se orienta a la baja o el resultado es poco predecible, la presión será alta para hacerse de una imagen pública que marque la diferencia dándole fortaleza a la candidatura e impulso a la campaña. De esta manera la imagen del candidato formará parte de las ventajas o desventajas competitivas sobre las que se sustente el éxito o el fracaso de una campaña política que se exija alcanzar la meta de votos impuestos.
Por lo general, las imágenes públicas de los políticos que se construyen con elementos de sagacidad, astucia, dinamismo, energía, fortaleza, movilidad y chispa, gustan mucho a los electores. Sin embargo, es fácil que una imagen se desestabilice cuando no pueden mantener el ritmo al que se han acostumbrado los electores o cuando revelan la parte actuada con la que la han presentado. Muchos candidatos que ganan una elección desarrollando una imagen arrolladora, es común que la pierdan en el ejercicio del gobierno.

PALABRAS CLAVE

  • imagen publica
  • candidatos
  • medios de comunicación
  • electores
  • campañas electorales


BIBLIOGRÁFICA

http://revistaperfiles.org/index.php/editorial/opinion/80-imagen







No hay comentarios:

Publicar un comentario